Recuerdo la primera vez que roce tus labios, un enorme cosquilleo se apodero de mi estomago.
La luz estaba apagada y aunque no sabia exactamente donde se encontraban tus ojos,
sonreia con la certeza de que me estabas mirando.
Sabía que ese momento sería el mejor de mi vida y que si quería tener más así, tenía que mostrarte que
justo ese instante, teniendote a menos de 2cm de mis labios, era lo único que llevaba esperando desde que te conocí.
No sabía como iba a salir todo aquello, el cosquilleo del estómago estaba acompañado por un fuerte estado de nervios, ni si quiera sabía donde colocar las manos.
Hasta que llegué a ese lugar donde estas se perdian entre caricias y abrazos, tu espalda.
Qué espectacular rincón de tu cuerpo me regalastes, desde entonces mis manos saben bien donde apoyarse.
Gracias a eso tuve la suficiente seguridad como para superar la barrera de los 2cm y así poder sentir la maravillosa sensación de dulzura y bienestar que me producen tus labios.
Ese día confirme lo que ya sabía, que quería hacer de esa sensación toda una vida, vida que porsupuesto la quiero contigo.
Fd: EstiRG *
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