Por las tardes aburridas, en las que apesar de que el Señor Aburrimiento sea nuestro mejor alíado, nosotras no paramos de maquinar cualquier chorrada.
Por las tardes aburridas, en las que llega un momento que nuestra mirada se pierde en cualquier punto de mi casa y el único grito es el del silencio.
Por las tardes aburridas, donde nos sentamos en el sofá del salón sin ningún motivo, sin ningún objetivo.
Por las tardes aburridas como hoy.

No hay más que vernos. Aún así, tenemos momentos divertidos, eh...
a pesar de aburrirnos...no paramos nunca...sí el sofá hablase...todo lo que hemos hablado, visto,...en él.jajajaj
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